Esta es una de las primeras preguntas que todo emprendedor se hace en el momento de explorar sus alternativas. Quiero compartir con los lectores las 4 razones que me motivaron a ingresar y ser partícipe de este emocionante mundo de la franquicia, donde he tenido la oportunidad de ser franquiciado y franquiciante, de participar en diferentes sectores económicos y compartir con grandiosas personas alrededor del mundo.
Una franquicia te proporciona un modelo de negocio cuyo éxito ha sido probado anteriormente.
Las franquicias nacen comúnmente de la intención de expandir un negocio que ya ha sido exitoso. Si bien esto no es garantía de éxito, sí prueba que, en uno o varios mercados, el modelo ha funcionado correctamente. Un modelo de negocio comprobado en varios mercados, y si además es único e innovador, es un activo a tener en cuenta.
Una franquicia te proporciona formación.
Isaac Newton decía: «Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes». No creo que los sistemas de franquicias se las sepan todas, tampoco creo cuando me dicen que tienen la mejor formación en un sector específico. Pero entiendo que la unión hace la fuerza y que entre muchos aprendemos más. Un buen sistema de franquicia recopila toda su historia de aprendizaje y la comparte al interior de su red. Así todos aprenden de todos, lo que hace que la curva de aprendizaje sea exponencial, si lo comparamos con estar solo.
Una franquicia te proporciona una marca.
Si bien no todas las marcas de franquicias son reconocidas en todos los mercados, considero que en este aspecto igualmente la fortaleza está en la suma de muchos. Al ser partícipe de un modelo de franquicia, la inversión necesaria para que la marca sea reconocida no viene solo de tu bolsillo. Es algo en el que todos ponen. Esto quiere decir que la marca llegará más lejos y más rápido.
Las ventajas de la economía a escala.
El poder de negociación que brinda una red es mayor, a cuando se negocia de manera independiente. La fórmula es simple: entre más somos, compramos más volumen y por lo tanto, tenemos más poder de negociación con los proveedores, quienes a su vez se benefician por vender mayores cantidades de sus productos.
En un mundo cada vez más interconectado, donde la competencia proviene desde cualquier país por más remoto que sea, yo decidí construir un negocio de la mano de quienes comparten conmigo una visión y una filosofía. Por esto decidí asociarme a un sistema de franquicia. El camino no ha sido perfecto. Todos los días hay aprendizajes. Pero lo que sí es cierto es que estoy desarrollando mi propio negocio sin estar solo.